miércoles, 2 de abril de 2014

Soy de esa gente que ha caído por volar

No tengo valor para para olvidarme de tí, pero en momentos como este en que la ansiedad se hace patente en mi pecho me doy cuenta de que tampoco tengo fuerzas para parecer una roca y hacer como si nada importase.

"El tendero chino sonrió con sus escasos dientes,"valiente licoreta" de sobreentendía en su mirada persiguiendo a ese joven que se perdía en la boca del metro tras haber comprado vodka y y hielo a las cuatro de la tarde. ¿Qué lleva a hacer arder un hígado de esa manera a los 20 años?" y ya no se preguntó mas, solo era uno de tantos perdedores que pasaría por su tienda ese día, entendió que tal vez no era esa la vida que había elegido sino la que le había tocado vivir.

Un poco más viejo, un poco más experimentado un poco menos tú, empiezo a cansarme de que seas la parte en resta de mi vida cada vez que me pongo a echar cuentas, es lo que tiene la vida, supongo que, como le pasa a todo el mundo, para cuando empecemos a aprender a vivirla nos moriremos y, hasta entoces, solo podemos deambular como si supiésemos lo que hacemos, cogiendo cuanto podemos del ikea de la la existencia, del frenesí de sensaciones que es nuestro paso por este lado de la linea de la vida.

domingo, 30 de marzo de 2014

... afortunado en el juego

Dice el gran Andrés Suárez,

"A mí lo de cuestionar el amor…o sea, yo vivo… creo que me debo a él y no he hecho otra cosa en mi vida. Entonces lo de cuestionar el amor, como si fuera un revisión médica o de un taller, lo de a primera vista o a segunda…o sea, ¿qué es? ¿a quinta? ¿A la quinta revisión te enamoras? El amor, ¿acaso no es a primera vista?. Lo de, “no, tengo que conocerte 5 meses y a ver si me enamoro”… la has cagao, tío, no es tu persona. Si tú  ves a una persona y no se enamora como tú de ella, sal de ahí."

A veces las palabras ajenas describen perfectamente una situación de nuestra vida para la que no tenemos palabras.

lunes, 24 de marzo de 2014

No estoy loco, me han hecho pruebas

Hubo un tiempo en que tuve claro que la vida no era otra cosa sino lo que pasa mientras planificaba mi futuro, nada más que lo que ocurría viendo a cuantas personas pasaban por mi vida hacerse mayores y maduras, como frutas que acababan por caer del árbol de la felicidad, era eso que había de fondo mientras me caía y me enamoraba, y mientras limpiaba con alcohol las heridas de ambas situaciones. Hubo un tiempo en que la vida era eso que ocurría mientras aspiraba a ser escritor, esperando dormir contigo, soñando con que alguien recordase mi nombre para siempre.

¿Qué pasa si vencer contigo solo es firmar otra derrota del corazón?, porque has de saber que no he descubierto café que me haga despertar del sueño que empezamos una noche en la barra de aquel bar.

lunes, 20 de enero de 2014

Refuerzo positivo

Recuerdo estas fechas del pasado año, recuerdo esa frase de una amiga del pasado "Iñigales, este va a ser nuestro año", tremenda mentira, la frase debía ser "será nuestro último año", pero así es la desdichada vida de cuantos amamos el 13, benditos fracasados de copa y bar vacío.

2013 fue el año de los puntos, del punto y final, ese al que nunca siguen otros don que lo convierten en suspensivo y del punto de inflexión de mi vida hasta ahora, siempre odié las matemáticas, este punto de inflexión vine a ser la crisis de la que ya he hablado en otras ocasiones, la crisis en ese sentido griego que significa cambio, hablando en plata, ese momento de la noche en que el tequila te habla y dice "llevas toda la noche subiendo, te toca bajar" y los rezos a Alá, la cara de corcho y el caminar errático te dan la señal de que tu noche se ha acabado, desperdicio de hígado de apenas 20 años.

Lo bueno es, como no podía ser de otra manera, que esta historia literaria, ligado a este oxidado corazón, no podía irse más abajo y solo podíamos subir. Cambiamos de escenario, de guión, de protagonista y hasta de actores secundarios, que son de sonrisa a bocajarro y chiste fácil, tiramos la casa por la ventana para la nueva temporada. Es domingo, seguimos al sur de Madrid y hace un rato que los relojes, mas bien los odiados relojes, de mi casa dieron las 4 de la mañana, los pies en el suelo y un cigarrillo en la boca, apenas 20 días de este año y ya habría que incluirlo en la categoría de... no sé, ya inventaremos una palabra para definir tanta sonrisa.

No todo el monte será orégano, pero de momento la cosa marcha, y los meses se irán sobreviniendo y, como todos los anteriores, acabaré por odiar este año también. 2013 puede que fuese mi año a fin de cuentas, vivo rodeado de la herencia que dejó al acabarse, será que necesitaba un año entero para preparar el terreno, c´est la vie.

Bajo el cielo de Madrid las nunca serán del todo diferentes, aunque sea porque el viento y el sol ahora son propiedad de las eléctricas y eso de traer cambios no va con esa gente, aunque algo tiene este cielo naranja al atardecer y rosa por las mañanas, ese cielo que cubre casi todo lo que hace falta para ser feliz en la vida, ese cielo que es capaz de intimidar a mi intimidad.

sábado, 2 de noviembre de 2013

"Camarero, hay una nostalgia en mi copa"

No se si te marchaste tú o fue mi ego quien te expulsó de mi vida, pero miro al otro lado de mi sofá y ya no estás, fue defensa propia, era u olvidarte o yo. Tan perdedor fui que acabé por aprender a disfrutar de cada derrota que me brindaste, tantas nostalgias disimuladas en sonrisas de comprensión, en copas de soledad, demasiadas excusas para no entrar en esa guerra que eres tú, en esa guerra que tenía perdida antes de declarar.

Bastaba su  presencia para saber que ese era un día bien invertido, para encontrar la luminosa belleza de un día nublado, para saber, con absoluta certeza, que uno puede morirse de amor.

Y, te das cuenta de que la solución no es pasar página, ni siquiera de libro, y no digamos cerrar la bibliotecas cuando el problema lo tienes con la mismísima literatura.

lunes, 16 de septiembre de 2013

De amores baratos, de un rato...

Entonces entró en escena, como solía hacer siempre a la misma hora, llevaba un cigarrillo apagado ,cebo para cualquier ingenuo enamoradizo al que echaría de su cama en un par de horas, sostenía con prudencia una copa a la altura de su ombligo y portaba una sonrisa que parecía decir por sí misma "tranquilo, hoy te lo vas a pasar bien" antes de que su boca siquiera hubiese dicho su nombre.

Pantalones largos ajustados patrocinados por un verano moribundo y una complexión física estupenda, zapatillas cómodas para patearse el mundo, una camiseta de colores que, aún con esfuerzo no podría precisar y un montón de besos guardados en  para el valiente capaz de retarla a un duelo de sábanas y almohadas.

  -Chss, calla -dijo sobresaltándome mientras intentaba guardar en mi álbum particular tan extraordinaria escena- no necesito saber ni tu nombre, siquiera lo recordaré cuando, a mitad de la noche escape por tu ventana.
  -Tenemos un problema y es que ya nos conocemos.
  -¿Perdona?, creo que lo recordaría aunque fuese vagamente.
  -No, no nos conocemos tu y yo concretamente, somos un cliché de las noches de borrachera, de las obras de literatura y acabaríamos, como buenos enamorados de tragedia, matando mutuamente nuestros ya demasiados corazones. Así que, lamentándolo, como lo lamentare cada vez que piense en esta noche, hoy lo único que me acompañará a casa será una cantidad exagerada de alcohol, como casi todos los viernes, un moribundo paquete de tabaco y una cartera rica en deudas y desilusiones.
  -Tú te lo pierdes nene
  - Pero eh, antes de que te marches recuerda que, si te cansas de amores baratos, de esos de un rato, si quieres me llamas y a algún pacto podremos llegar tú, yo y tu sonrisa.

Y se fue, llevándose todo cuanto trajo menos esa sonrisa que, un rato antes, había empotrado en mi memoria.

jueves, 8 de agosto de 2013

Por si lo dudas no, no he bebido.

Puede que haya protagonizado mi mas reciente melancolía el mismo rostro que en otros días fuese promotor de mis mayores sonrisas pero, ya a día de hoy no tengo tristezas que llorar por ti, ni autocompasión hacia tus andanzas ni mucho menos la más mínima intención de ahogar tu recuerdo en alcohol.

Afirmo inequívocamente que nadie merece ser un pajarillo de alas rotas enjaulado en un corazón despistado, sea quien sea el propietario de dicho corazón y que, a veces, perdemos el tiempo innecesariamente por cosas, por personas, que acabamos por ver no que que no merecieran la pena, sino que no merecían estar en ese altar en que las teníamos situadas.

Que difícil es parecer duro cuando te tiemblan las piernas pero, que dosis de autoestima supone plantarse y decir "por aquí no paso, esta es la primera y la última vez que juegas conmigo", siempre hay un sitio para los recuerdos en la vida pero debemos saber cuando acaba el ayer y en ayer se queda, fue bonito mientras duró pero "no me bañaré dos veces en el mismo río".

Puede que no estuviese preparado para irme y menos aún para haberte echado de menos pero, c´est la vie, te has ganado a pulso ser la primera musa en ser despedida por este vago proyecto de escritor.